Colores del Arco Iris

16.10.2013 19:29

 

El objetivo de esta actividad es que los niños conozcan y jueguen con los 7 colores del arco iris.

Los materiales que se necesitan son: 7 esponjas, papel craft, masking tape, plumón negro y pintura tempera de color rojo, amarillo, naranja, verde, azul claro, azul oscuro y morado. Para una segunda etapa se necesitará papel crepé de los 7 colores.

Previamente a la clase se corta aproximadamente 2 mts de papel craft y se divide en 7 espacios iguales con una línea de plumón. Pega el papel en la pared o espejo de tu salón, asegura de cubrir el área para no ensuciar. Sirve un poco de pintura en recipientes plásticos, yo puse la pintura en un recipiente del mismo color, esto sirve para hacer mas atractiva la actividad para los niños, pero el que tengas está perfecto.

 

Para introducir a los niños en la clase yo les conté un cuento que me ayudo a introducirlos a la actividad. Este cuento lo podrás encontrar mas adelante.

Lo primero que hice fue escoger a 7 niños y designarles un color del arco iris, les di una esponja a cada uno y tuvieron que ponerle pintura y hacer impresiones en la separación que les correspondía. En el salón yo tenía un arco iris en el que podían ver el orden de los colores, pero aun así fue necesario guiarlos y recordarles que no se pasaran al espacio de otro color.

En esta actividad era necesario hacer impresiones no pintar con la esponja, a lo que me refiero con esto es que la esponja se pega y despega no se talla sobre el papel. Por lo general los niños pequeños ponen mucha pintura en el mismo lado, hay que mencionarles que deben de tapar todo el papel sin dejar espacios sin pintura.
 

En una segunda clase lo que se puede hacer es poner el mural seco sobre la pared y del otro lado del salón charolas con tiras de papel crepé de cada color, se le da a cada niño un pritt para que peguen la tira en el espacio del mismo color.

 

Una Historia Relacionada

 

Historia para niños “El arco iris y el camaleón”

¡No hay ningún animal que vista tan señorial!.

Todos admiraban sus colores, pero no su mal humor y su vanidad.

Un día, paseaba por el campo, cuando de repente, comenzó a llover.

La lluvia, dio paso al sol y éste a su vez al arco iris.

El camaleón alzó la vista y se quedó sorprendido al verlo, pero envidioso dijo: ¡No es tan bello como yo!.

¿No sabes admirar la belleza del arco iris?: Dijo un pequeño pajarillo que estaba en la rama de un árbol cercano.

Si no sabes valorarlo, continuó, es difícil que conozcas las verdades que te enseña la naturaleza.

¡Si quieres, yo puedo ayudarte a conocer algunas!.

¡Está bien!: dijo el camaleón.

Los colores del arco iris te enseñan a vivir, te muestran los sentimientos.

El camaleón le contestó: ¡Mis colores sirven para camuflarme del peligro, no necesito sentimientos para sobrevivir!.

El pajarillo le dijo: ¡Si no tratas de descubrirlos, nunca sabrás lo que puedes sentir a través de ellos!.

Además puedes compartirlos con los demás como hace el arco

iris con su belleza.

El pajarillo y el camaleón se tumbaron en el prado.

Los colores del arco iris se posaron sobre los dos, haciéndoles cosquillas en sus cuerpecitos.

El primero en acercarse fue el color rojo, subió por sus pies y de repente estaban rodeados de manzanos, de rosas rojas y anocheceres.

El color rojo desapareció y en su lugar llegó el amarillo revoloteando por encima de sus cabezas.

Estaban sonrientes, alegres, bailaban y olían el aroma de los claveles y las orquideas.

El amarillo dio paso al verde que se metió dentro de sus pensamientos.

El camaleón empezó a pensar en su futuro, sus ilusiones, sus sueños y recordaba los amigos perdidos.

Al verde siguió el azul oscuro, el camaleón sintió dentro la profundidad del mar, peces, delfines y corales le rodeaban.

Daban vueltas y vueltas y los pececillos jugaban con ellos.

Salieron a la superficie y contemplaron las estrellas. Había un baile en el cielo y las estrellas se habían puesto sus mejores galas.

El camaleón estaba entusiasmado.

La fiesta terminó y apareció el color azul claro. Comenzaron a sentir una agradable sensación de paz y bienestar.

Flotaban entre nubes y miraban el cielo.

Una nube dejó caer sus gotas de lluvia y se mojaron, pero estaban contentos de sentir el frescor del agua.

Se miraron a los ojos y sonrieron.

El color naranja se había colocado justo delante de ellos.

Por primera vez, el camaleón sentía que compartía algo y comprendió la amistad que le ofrecía el pajarillo.

Todo se iluminó de color naranja.

Aparecieron árboles frutales y una gran alfombra de flores.

Cuando estaban más relajados, apareció el color añil, y de los ojos del camaleón cayeron unas lagrimitas. Estaba arrepentido de haber sido tan orgulloso y de no valorar aquello que era realmente hermoso.

Pidió perdón al pajarillo y a los demás animales y desde aquel día se volvió mas humilde.