El Ojo del Observador

06.11.2013 00:46

TERE http___moodle.uandes.cl_file.php_file=_4457_Visual_Thinking_Strategies_VTS__EyeBeholder.espanol.pdf (246321)

 

 

EL OJO DEL OBSERVADOR: INVESTIGACIÓN, TEORÍA Y PRÁCTICA DE ABIGAIL HOUSEN.

Da la impresión de que el mundo del arte está, ahora más que nunca, abocado al culto de los expertos. Los conservadores y los historiadores de arte se han convertido en los gurús del mundo del arte, y rara vez crean un espacio donde las personas ajenas a él puedan acceder fácilmente. En el campo de la enseñanza del arte, predomina una tendencia destructiva que aboga por la enseñanza de los juicios de los expertos a los principiantes.

 

Estamos acostumbrados a hablar por encima de las cabezas de nuestro público, el cual resulta que está formado, en su mayor parte, por observadores principiantes con escasas oportunidades de conocer el arte. Así pues, si pretendemos desarrollar la reacción estética en los niveles fundamentales —donde todos empezamos—, debemos comenzar por cambiar nuestra concepción de la enseñanza y el aprendizaje.

 

Se llevó a cabo estudios de investigación para museos y escuelas con el fin de constatar la eficacia de sus programas educativos, dentro de ellos los “Estadios Estéticos”, los cuales, han dado lugar a cinco estadios de observadores que representan diferentes maneras de interpretar una obra de arte. En cada estadio, el observador responde ante una obra de arte de un modo único y característico; es decir, el modo en que el observador principiante interpreta una obra de arte difiere completamente del de otro observador, aunque posea algo más de experiencia que él. Otro es “El fomento del desarrollo estético”, y por último “la creación de un programa de investigación”.

 

El primer paso, para crear este programa, consiste en crear un lugar de estudio en grupo. Proporcionar un estímulo, el modo de concentrar la atención, y el proceso que mantiene esta atención concentrada del modo deseado y permite el desarrollo de la reflexión y la elaboración de ideas. De este modo, el alumno se toma mucho “tiempo de trabajo,” goza de numerosas oportunidades y maneras para elaborar un significado. El alumno está expuesto, además, a las ideas de sus compañeros, las cuales pueden motivar cambios en las suyas propias. El programa consta de una serie de preguntas elaboradas conjuntamente con una serie de imágenes de obras de arte cuidadosamente seleccionadas. La tarea del profesor consiste en formular estas preguntas abiertas, animar a los miembros del grupo a pensar en voz alta y a hablar, y permitir reiteradamente que compartan sus ideas.

 

 

Un método pedagógico basado en la formulación de preguntas estéticas (las Estrategias de Percepción Visual (VTS), ¿Qué pasa aquí?, ¿Qué ves para decir eso?) ha provocado en los alumnos controlados una aceleración significativa de cambio de estadio en todos los estudios efectuados en sitios diferentes. En nuestros estudios del desarrollo estético en principiantes, el avance medio de los alumnos experimentales es de medio estadio por año académico —un avance progresivo que no se da en los alumnos controlados—. Los alumnos experimentales son capaces de contemplar con detenimiento la obra de arte y, a partir de su observación de la misma, descubrir nuevas interpretaciones, recapacitar sobre ellas, defenderlas y compartirlas.

 

El método VTS permite a los profesores de los estudios de alumnos controlados provocar un cambio significativo en el estadio de sus alumnos, a pesar de que ellos ocupen, en lo fundamental, el mismo nivel estético que sus alumnos.

 

Este tipo de enseñanza no proporciona información ni crea modelos de comportamiento propios de un experto. Intenta hacer posible la reacción estética tal y como ocurre de forma natural en cada nivel de desarrollo, y crear un entorno para experimentar el arte de un modo nuevo y más enriquecedor. Si, como futuras educadoras, pensadoras o investigadoras proporcionamos ese entorno, tenemos constancia de que el alumno nos sorprenderá con su energía, interés y capacidad para desarrollarse. La percepción del arte anhela, pues, un lugar para expresarse, donde verificar esta reacción humana. En una sociedad globalizada y mediatizada por la tecnología, debemos asegurarnos de que esta reacción baste para enriquecer todas sus partes.